Escándalo de escuchas telefónicas en Colombia se profundiza con AG en la mira

Un escándalo de escuchas telefónicas ilegales que ha envuelto a miembros de la comitiva del presidente Gustavo Petro se profundizó el martes con el principal fiscal del país acusado de colusión con detractores del gobierno.

La coalición gobernante Pacto Histórico del país sudamericano anunció que pedirá al Congreso que investigue al fiscal general Francisco Barbosa por presuntamente instigar actos de "insubordinación y desobediencia".

Barbosa anunció la semana pasada una investigación sobre las denuncias de irregularidades contra la jefa de gabinete de Petro, Laura Sarabia, y el embajador en Venezuela, Armando Benedetti, ambos obligados a renunciar.

"En lugar de actuar como titular de la fiscalía, (Barbosa) ha decidido intervenir abiertamente en la política y... lamentablemente convertirse en un vocero de la oposición", dijo a periodistas la senadora María José Pizarro.

David Racero, líder de la Cámara de Representantes, agregó que Barbosa "puede estar usando su poder... contra este gobierno".

Sarabia y Benedetti fueron objeto de escrutinio después de que la niñera de Sarabia, que anteriormente también trabajó para Benedetti, supuestamente fuera víctima de vigilancia ilegal.

Benedetti había dicho que despidió a la niñera, Marelbys Meza, en junio del año pasado por sospechas de robo de miles de dólares y después de que reprobó una prueba de polígrafo.

Sarabia contrató a Meza en agosto pasado.

En enero de este año, supuestamente obligaron a la niñera a tomar otra prueba de polígrafo, esta vez bajo sospecha de haber robado $7,000 de la casa de Sarabia.

Para obtener acceso a sus llamadas, supuestamente se utilizó un informe policial falso para vincular a la niñera con el crimen organizado, según Barbosa, quien fue nombrada en 2020 bajo el predecesor derechista de Petro, Iván Duque.

Meza también afirmó que fue sometida a un interrogatorio ilegal y una prueba de detección de mentiras en enero en un edificio anexo al palacio presidencial en Bogotá.

Desde entonces, los antiguos asesores principales de Petro se han acusado mutuamente de todo tipo de delitos menores.

Sarabia afirmó que Benedetti, su exjefe, la había tendido una trampa al presentarle a Meza y luego la chantajeó para que apoyara su candidatura a un puesto ministerial a cambio de hacer desaparecer los reclamos de la niñera.

Benedetti, por su parte, acusó a Sarabia -a quien le había presentado a Petro- de "abuso de poder, secuestro (de Meza) e intimidación".

El domingo, el periódico La Revista Semana publicó una grabación plagada de improperios de Benedetti amenazando a Sarabia con su conocimiento de supuestos fondos ilegales de campaña por una suma de $3.5 millones.

Se informó que Benedetti, un asistente clave para la exitosa campaña electoral de Petro en 2022, dijo que todos irían a la cárcel si lo empujaban a decirlo todo.

El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Colombia abrió una investigación sobre las afirmaciones de Benedetti.

Más tarde dijo que las grabaciones habían sido "manipuladas" y se disculpó con Petro.

El lunes por la noche, Benedetti acudió a Twitter para explicar que "en un acto de debilidad y tristeza" por su declive político, "me dejé llevar por la rabia y la bebida".

Petro ha negado cualquier irregularidad y ha denunciado, en respuesta al tuit de Benedetti, "un intento de frenar la lucha contra la impunidad".