Colombia espera conversaciones con disidentes de las FARC en cuestión de semanas: funcionario de paz

El gobierno de Colombia espera comenzar conversaciones dentro de unas semanas con dos grupos disidentes fundados por exguerrilleros de las FARC que rechazan el acuerdo de paz de ese grupo de 2016, dijo el principal funcionario de paz del país.

El presidente Gustavo Petro prometió poner fin al conflicto de 60 años en Colombia, que ha causado la muerte de al menos 450.000 personas, firmando acuerdos de paz o rendición con los rebeldes y las bandas criminales restantes e implementando plenamente el acuerdo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Su gobierno ya reinició las conversaciones de paz con los rebeldes del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que iniciaron una segunda vuelta en México la semana pasada, y acordó cese al fuego con bandas criminales y dos facciones disidentes de las FARC, el Estado Mayor Central y Segunda Marquetalia.

"Creemos que en las próximas semanas esta fase inicial de acercamiento y construcción de niveles de confianza nos llevará a una segunda fase, que es el inicio de la fase de diálogo", dijo el alto comisionado para la paz, Danilo Rueda.

"La fase de diálogo complementará los diálogos del ELN, iniciando dos mesas de negociación: una con el Estado Mayor Central de las FARC y otra con las FARC de Segunda Marquetalia", agregó Rueda, ex activista de derechos humanos.

Los miembros del Estado Mayor Central rechazaron rotundamente las conversaciones que llevaron al acuerdo de 2016, mientras que los fundadores de Segunda Marquetalia rechazaron el acuerdo tres años después de su firma, alegando que el Estado no había cumplido sus promesas.

Algunos expertos legales dicen que el abandono del acuerdo por parte de Segunda Marquetalia hace que el grupo no sea elegible para nada más que un acuerdo de rendición, un tema que Rueda admitió que aún no se ha resuelto.

También está pendiente la suspensión de órdenes de arresto contra líderes disidentes y el desafío de avanzar en los diálogos disidentes, dijo.

Los equipos de negociación tanto del gobierno como del ELN han dicho que esta ronda se centrará en acordar un alto el fuego, luego de que las dos partes superaron un breve punto muerto causado por el anuncio de Petro de un acuerdo bilateral que los rebeldes dijeron más tarde que no habían aceptado.

El gobierno confía en que se acordará un alto el fuego.

"Esto es lo que esperamos: el inicio de la desescalada y el alto el fuego bilateral con el Ejército de Liberación Nacional", dijo.

El máximo comandante del ELN, Antonio García, dijo recientemente en las redes sociales que la paz no era sinónimo de la dejación de las armas, pero Rueda dijo que todas las conversaciones deben conducir al desarme.

Más allá de las esperadas conversaciones de rendición con las Autodefensas Gaitanistas -más conocidas como el Clan del Golfo- y las bandas criminales de Sierra Nevada, el gobierno también está en contacto con 17 bandas urbanas de ciudades como Medellín, Buenaventura y Quibdó, donde los esfuerzos han ya condujo a cese al fuego, dijo Rueda.

"La paz es de todos, cualquier grupo que quede excluido de la construcción de la paz hará inviable una paz estable, duradera y definitiva en Colombia", dijo.